¿Has pensado en aventurarte en el mundo del emprendimiento? Deja de soñarlo, en Aedif Digital te contamos qué es eso de emprender y te damos diversas ideas para lograrlo.
¿Qué es el emprendimiento?
¿Qué te motiva? En una tarea que requiere de autoorganización, responsabilidad con tu tiempo y el de los demás, autodisciplina y todas aquellas características que te ayudarán a no procrastinar, a cumplir con tus objetivos y compromisos, tener una motivación ayuda a no perder el rumbo, a no dejar para el último momento tus compromisos, a tener claridad de la importancia de tu quehacer como emprendedor
¿Cuáles son tus habilidades? Emprender requiere de muchas habilidades, algunas son independientes del nicho al que te quieras enfocar, por ejemplo, la habilidad de resolver conflictos es necesaria en un emprendimiento, ten por seguro que los conflictos se van a presentar y no saberlos sobrellevar comenzará a frustrarte; por otro lado, a veces realizar un buen trabajo es suficiente, pero en este mundo tan competido la habilidad creativa te da una gran ventaja en el mercado. Punto y aparte son las habilidades técnicas que te hacen un profesional en tu nicho, dadas por el estudio o la experiencia, las cuales pueden englobarse en dos amplias áreas; servicios y producción.
Ya antes te lo hemos mencionado y aquí te lo reiteramos, «emprender no es sencillo», pero si lo haces puede ser una decisión que cambie tu vida para bien si tienes la guía y las herramientas necesarias para ponerte en marcha. Por ello, queremos brindarte algunos puntos importantes para dar tus primeros pasos en el desarrollo de tu proyecto.
Consideraciones para comenzar tu emprendimiento
Si bien no existe una fórmula exacta para comenzar un emprendimiento, sí existen algunos puntos fundamentales que necesitas considerar para ponerte en marcha:
Encuentra tu idea
Tú puedes emprender, ya sea que tengas alguna habilidad o realices una actividad, también puedes pensar en aprender algo nuevo, pensar en tu entorno y el alcance que podrías tener, qué necesidades podrías resolver, que comodidad podrías brindar, que alegrías, certidumbres, aprendizajes podrías ofrecer. Entonces, lo primero es identificar las ideas para que las puedas transformar, lo que requiere de ingenio y creatividad. Piensa en grande, no te limites a ofrecer un producto o servicio, piensa qué plus podría tener.
Tú puedes emprender, ya sea que tengas alguna habilidad o realices una actividad, también puedes pensar en aprender algo nuevo, pensar en tu entorno y el alcance que podrías tener, qué necesidades podrías resolver, que comodidad podrías brindar, que alegrías, certidumbres, aprendizajes podrías ofrecer.
Cuáles son tus recursos y tiempo
Es importante que te visualices en los escenarios a los que te llevará el emprendimiento, ¿laborarás y emprenderás o estás preparado para dedicar todo tu tiempo a tu proyecto? ¿Si te enfocaras sólo a tu emprendimiento, hasta cuando podrías hacerlo antes de recibir los ingresos necesarios para tu sustento?, piensa también en qué recursos, herramientas o alianzas necesitas construir al margen de tu quehacer: ¿necesitarás una bodega?, ¿asesoría de algún abogado, contador…?, ¿una oficina?, ¿tu equipo tiene las características necesarias o requieres optimizarlo o remplazarlo?, ¿bajo qué régimen te darás de alta ante el sistema tributario?, ¿quién te ayudará a difundir y posicionar tu negocio o marca? Es necesario que realices una lista minuciosa de lo que necesitas y el tiempo que te podría llevar conseguirlo.
Validad lo viable de tu proyecto
Cuando aterrices esas ideas y realices la lista minuciosa de requerimientos, valida la viabilidad de ellos: con qué ya cuentas, qué podrías resolver en lo inmediato y las cosas que podrás resolver a mediano o largo plazo, en este último punto es importante que puedas identificar qué debe pasar para que eso se resuelva (no vasta la abstracción de “echarle ganas y trabajar mucho”, no porque no sea necesario echarle ganas y trabajar mucho, pero necesitas identificar las condiciones materiales reales y relaciones que debes alcanzar) de esa manera podrás realizar un plan para llegar ahí. También sé consiente de las cosas que no podrías lograr, para descartarlas como inviables o resguardarlas a futuro, con el avance de tu proyecto.
Necesitas definir un modelo de negocio
Cuando tengas el panorama de lo que tienes, lo que tendrás en lo inmediato y lo que tendrás una vez que tu proyecto esté en marcha, podrás construir tu modelo de negocio. Es una herramienta en la que definirás quién eres, cómo realizas tu actividad, cuál es el coste, con qué medios y los ingresos que vas a tener. Es decir, te permite definir claramente qué vas a ofrecer en el mercado, cómo lo vas a hacer, a quién se lo vas a vender, cómo se lo vas a vender, de qué forma vas a generar ingresos. Ahí está la esencia de tu proyecto, con ello sabrás cómo está hecho, cómo modificarlo o pulirlo o moldearlo o cambiarlo.
Entonces, aunque tus primeros pasos no son sencillos, no te desesperes y comienza a definir tu proyecto, poco a poco verás cómo va tomando forma. Tienes muchas herramientas a tu alcance con las que te puedes apoyar, por ejemplo para definir estrategias de marketing, consejos útiles en el uso de redes sociales para el aumento de tus ventas, también para el aprovechamiento de software de uso, recomendaciones como la de Tu propio Negocio Online para cursos gratuitos especializados de marketing y analítica web, hasta ideas de sustentabilidad para tu emprendimiento, muy relevantes para gestar proyectos responsables con nuestro entorno. Como ves, dar tus primeros pasos tiene un piso firme para que puedas sostenerte, aprovecha las herramientas que estos emprendedores como tú, como yo ponen a tu alcance y comienza a edificar tu proyecto.
Gracias por tus comentarios